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Cómo limpiar una Persiana

Necesidad de limpiar las persianas

Las persianas acumulan mucha suciedad y no se suelen limpiar con toda la frecuencia con la que deberían. Las persianas se manchan con el día a día como consecuencia de algunos elementos que provienen del interior de una vivienda o local, pero sobre todo debido a los agentes que provienen del exterior de éstos, es decir, de la calle.

Por higiene y cuestiones de salubridad, hay que limpiar una persiana periódicamente; para ello he aquí una serie de consejos que indican cómo limpiar una persiana.

Limpieza de Persianas

Partes de una Persiana

Para explicar claramente cómo limpiar una persiana, antes conviene dividirla en tres zonas.

  1. La parte correspondiente al interior de la vivienda: El interior de la persiana se ensucia por culpa de muchos elementos. El humo del tabaco, los vapores procedentes de la cocina, el polvo de los muebles...
  2. La parte correspondiente al exterior de la vivienda: El exterior de la persiana se llena de suciedad por culpa de todo lo que proviene de la calle. La contaminación de los coches, el agua de lluvia que no llega limpia, los extractores de humo de los vecinos, los insectos que encuentran un pequeño refugio, el viento que arrastra todo lo que se encuentra a su paso...
  3. La parte correspondiente a la caja de la persiana: La caja de la persiana acumula la suciedad que procede tanto del interior como del exterior. Por tanto es la zona más propensa a mancharse, aunque sea la menos visible

Consejos para limpiar una persiana

Una persiana limpia es una señal inequívoca de una vivienda pulcra. La apariencia que brinda es muy positiva desde el primer instante. Además, por cuestiones de salubridad y de higiene, por ejemplo para evitar infecciones o problemas respiratorios, hay que limpiar cada persiana de manera regular y siguiendo una serie de pautas. Se recomienda realizar una limpieza general al menos cada 15 días y una en profundidad cada 6 meses.

Como norma general basta con agua y jabón, pero para limpiar una persiana se recomienda tener en cuenta el material del que está fabricada:

  • Para las persianas de madera puedes utilizar un producto de limpieza del parquet y no usar demasiada agua porque eso las desgastaría; asimismo se recomienda secar las lamas con un trapo cuando se haya terminado de limpiar la persiana.
  • En el caso de las persianas de PVC o de plástico basta con agua, jabón y amoniaco; complementariamente puedes añadir un producto desengrasante si la suciedad es abundante o cuesta eliminarla.
  • Si vas a limpiar una persiana de metal, en primer lugar puedes pasar un trapo seco o un plumero para quitar el polvo, a continuación impregnar un paño con alcohol sanitario para limpiarla y por último secar bien las lamas.

Se recomienda siempre limpiar lama por lama. Dicho proceso hay que repetirlo todas las veces que fuese necesario y llevarlo a cabo tanto por la parte anterior como por la parte posterior. La parte interior de la persiana se puede limpiar fácilmente si ésta se baja por completo, la exterior es más complicada y hay que llevarla a cabo con mucho cuidado para no caerse. No merece la pena poner en peligro tu vida por limpiar una persiana, así que para minimizar riesgos se recomienda utilizar un cepillo atrapa polvo o un alargador que ayude a prolongar la longitud del brazo.

Y para limpiar una persiana a nivel general, pero sobre todo la caja o tambor, se recomienda utilizar una aspiradora. De este modo no solo puedes llegar a zonas más difíciles de acceder que con una simple bayeta, sino que además puedes realizar una función diferente con el aspirado. Y no nos olvidamos de la correa: puedes limpiarla con una esponja húmeda y un poco de jabón, frotando especialmente en la cinta. En cuanto al cajetín, además de usar un producto de limpieza adecuado y agua, puedes recurrir a una aspiradora para profundizar en su interior y absorber los restos de suciedad atrapados.

No obstante, para limpiar una persiana de manera exhaustiva, se recomienda desmontarla. Para llevar a cabo este proceso:

  1. En primer lugar hay que desenrollar la persiana y extraerla. Esto se consigue abriendo el tambor de la persiana, en función del tipo tendrás que desatornillarla o quizá valga con hacer presión con las manos para retirar el cajón.
  2. Posteriormente, se extiende sobre el suelo (se puede colocar una sábana o toalla debajo para no ensuciar el piso) para apoyarlo en una superficie plana y se procede a limpiar la persiana y cada una de las lamas. No te olvides de las ranuras porque es en esta zona donde se acumula mayor cantidad de suciedad.
  3. Por último, se seca bien la persiana para evitar humedades, se coloca de nuevo y se enrolla con cuidado.

La diferencia que brinda este método para limpiar una persiana respecto al anterior reside en un lavabo más a fondo, porque no se descuida ningún punto de la misma.

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