Si has viajado por el mundo seguramente te haya llamado la atención que muchos países no suelen instalar persianas en sus viviendas. Este contraste es notable, por ejemplo, entre el norte y el sur de Europa. Pero, ¿por qué? ¿a qué se debe? Este hecho se resume en la cantidad de luz solar que suele haber en el lugar y en los hábitos de vida de su sociedad.
Si hacemos referencia a España y a otros países cercanos, como los del sur de Europa (Italia, Grecia o Portugal...) e incluso los del norte de África (Marruecos, Egipto, Líbano...) observamos que la mayoría de hogares ha optado por instalar persianas porque lo considera una necesidad.
Se trata de lugares en los que la cantidad de luz solar cantidad de luz que reciben sus viviendas y al número de horas a las que están expuestos son, en términos generales, bastante altos. Por tanto en ocasiones se quiere regular la incidencia de la misma sobre la vivienda. Por ejemplo, si decides dormir un poco más sin que te despierten los primeros rayos del sol, si quieres que la luz del mediodía sea más tenue porque resulte un poco molesta... en cualquiera de estos casos, hay que instalar una persiana que puedas subir o bajar a tu gusto.
En cambio, en los países donde la luz de sol es casi un regalo; algo que sucede normalmente en los países del norte de Europa: Bélgica, Dinamarca, Noruega, Suecia... no hay tanta necesidad de instalar persianas. El motivo es sencillo: hay poca luz, por tanto la que llega se trata de aprovechar al máximo. Dependiendo de la época del año, las primeras horas del día no tendrán más que una luz tenue, así que los más dormilones no se despertarán y el hecho de instalar persianas no afectará a su sueño. Durante el resto de la jornada, la luz que incide sobre los hogares no es demasiado fuerte, es decir, que no será demasiado molesta y no habrá necesidad de instalar persianas porque, de haberlas, no se querrán bajar.
Además, los horarios de trabajo más comunes y el ritmo de vida de su sociedad en el norte es diferente a la del sur. En estos países, las horas de luz se suelen pasar fuera de casa. Al despertarse por la mañana puede que ni haya amanecido y, al llegar por la tarde al hogar, el sol ya se ha puesto. Por tanto, instalar persianas no sería práctico porque no se le daría el uso adecuado.
En cambio, como solución práctica y económica, estos países han buscado una alternativa al hecho de instalar persianas. En su lugar suelen optar por colocar cortinas gruesas, una medida que además de práctica también resulta más económica. Puede que no haya apenas luz al amanecer, pero las luces artificiales de una ciudad sí que pueden afectar al suelo. O, aunque no sea habitual, en algún momento del año la luz del sol puede ser demasiado intensa y se quiera regular. Y estos son los principales motivos que explican por qué en algunos países no se suelen instalar persianas, así como las diferencias más notorias entre las zonas más y menos soleadas.
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